2013: Año de Ensanchar Nuestro Territorio

lunes, 16 de marzo de 2009

IDÓNEOS PARA ESTAR EN EL PALACIO DEL REY I

"Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel,
del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna,
de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de
buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey…” Daniel 1: 3-4


A través de las Escrituras vemos como ciertos hombres que Dios llamó estuvieron cerca de las personas de máxima autoridad o como máxima autoridad. José fue el 1º luego del Faraón, Moisés desafió la autoridad de Faraón y finalmente fue el líder político y espiritual de una naciente nación; Josué se desarrolló como líder militar, político y espiritual de millones de personas. La lista continúa y como dice Hebreos el tiempo faltaría para hablar de Samuel, consejero real; David como rey, Daniel, Ester, etc. Esto nos muestra que Dios no sólo está interesado en nuestra parte espiritual sino en nuestra vida como pueblos, ciudades y naciones. Obviamente que esto no viene por sólo orar y leer la Biblia, hay una serie de características que aquel que desea ser de influencia a nivel social y político debe reunir. En esta ocasión empezaremos con la vida de Daniel, de donde procede el título de esta serie de mensajes:

1. Cuando es la voluntad de Dios, no existen razones para que no llegues a ocupar posiciones de Autoridad
Daniel se encontraba en un contexto muy difícil. Primeramente estaba en un país lejano, con costumbres distintas, comidas distintas, toda una cultura a la que él no estaba acostumbrado. Cuando uno viaja al extranjero, los primeros días una la pasa muy bien, olvidando muchas veces lo que ha dejado en casa o en su país; sin embargo, algunos días después la novedad pasa y una empieza a extrañar su comida, su música, sus costumbres y hasta su cama. Es en el extranjero cuando uno canta con mucha vehemencia “su Himno nacional” y se siente más patriota que nunca. No se hace fácil estar en una tierra que no es la propia. Pero a esto se añade el hecho que Daniel no estaba de vacaciones o tomando un Tour o en un Congreso que duraría un par de semanas y luego de vuelta a la tierra. ¡NO! Daniel había sido llevado como un esclavo, su país había perdido la guerra y él era llevado como un trofeo de guerra y cada día en aquella tierra de Babilonia le hacía recordar que su país había perdido la guerra y que estaba en ese lugar en contra de su voluntad. Obviamente que el trato para un esclavo es radicalmente distinto al trato para un turista, el tipo de habitación, el tipo de comida, el tipo de cuidados y con el derecho de libertad totalmente cercenado. Adicionalmente en esos tiempos relacionaban mucho su práctica religiosa con las victorias o derrotas que obtenían como nación. Israel había perdido, Babilonia había ganado, por lo tanto los dioses babilonios eran más grandes que Jehová, por lo tanto la práctica religiosa de Daniel no tenía sentido para los Babilonios y no había porque permitírsela. Así estaba Daniel, esclavo, sin sus costumbres, sin familia, sin amigos y sin libertad, como para decir aquí no puedo hacer nada, pero a pesar de toda esa situación tan negativa Daniel llegó a palacio real para ser consejero real.

No debemos permitir que nuestros temores nos hagan argumentar excusas para evitar el que Dios nos coloque en los lugares que Él tiene preparados para nosotros. La mayoría de nosotros estamos cerca de nuestros amigos, de nuestras familias, con nuestros compatriotas, con nuestras costumbres, etc. pero somos demasiado rápidos para argumentar porque creemos que Dios no nos puede levantar a determinada posición. Pero aún si mis condiciones no fueran las mejores o estuviera pasando por tiempos de crisis, aunque sean como las de Daniel (algo muy difícil de que te pueda pasar en la actualidad), si Dios pudo levantarlo, ¿Qué le puede impedir al Rey de reyes que también lo haga contigo? ¡NADA! Así que deja de argumentar, recuerda que las situaciones difíciles que puedes estar pasando son pasajeras. Cuantas veces que nos hemos encontrado en tiempos de crisis hemos pensado: “Yo creo que ahora sí de esta no salgo”, ¡Pero saliste! Así que dispón tu vida para que Dios haga contigo lo que tenga que hacer y pregúntale Señor, ¿Cuáles son las otras características que debo reunir para ser alguien idóneo para estar en el Palacio del Rey?

2. Debían ser del Linaje Real
1 Ped. 2:9 dice que somos Real Sacerdocio. Todos aquellos que hemos sido adquiridos por Dios hemos sido convertidos en reyes y sacerdotes y eso es algo que no debemos olvidar. Es de suponer que cuando Aspenaz empezó a buscar a los que eran del linaje real, lo hizo preguntando por referencias; pero al llegar donde estaban los que “se supone” que eran del linaje real tenía que notarse que era así; tal vez vestían ropa diferente, hablaban diferente o su porte era diferente. Si Aspenaz hubiera visto en Daniel una actitud de miseria, de abandono o de auto conmiseración muy probablemente no hubiese creído que era del linaje real y hubiese pensado que quería aprovechar la situación para “ganarse alguito”, con esa promoción ofrecida por el rey Nabucodonosor. Para llegar a ser idóneos para estar en posición de autoridad debemos recordar, pensar, hablar y actuar como lo que somos: Hijos del Rey. Podemos estar en una situación crítica, como dijera el Apóstol Pablo: “…atribulados pero no angustiados, en apuros pero no desesperados, perseguidos pero no desamparados, derribados pero no destruidos…para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal” 2 Corintios 4:8-11. Dejemos de actuar como mendigos, como para que la gente nos tenga pena y por misericordia nos dé beneficios o ciertas posiciones. No tengo que sobornar, venderme o vender mis principios por llegar a posiciones de autoridad, si ese es mi llamado definitivamente que voy a llegar porque soy del Linaje Real.

…Continuará